No resulta más oportuno que en el año en que Buenos Aires es promocionada como Capital mundial del Libro 2011 (título otorgado por la Unesco) y a pocos días realizarse la 37º edición de la Feria del Libro, una de las más reconocidas artistas argentinas, Marta Minujín, inaugure su instalación La Torre de Babel.
No resulta tampoco menos oportuno que en la era de las comunicaciones y la globalización se haga alusión a la historia por la que el hombre fue condenado a la incomunicación. El relato bíblico nos cuenta que debido a la ambición humana Dios castigó al hombre condenándolo a no comprenderse y por tal razón desde ese momento en que el hombre no puede comunicarse comienza a crecer la confusión y el caos.
La Torre de Babel de Libros es una instalación de 25 metros de altura compuesta por 30.000 volúmenes que fueron prestados y donados por más de 50 países. Alegóricamente tiene siete pisos y a medida que se asciende se escucha la palabra libro en distintos idiomas. Minujín revive este mito de tal manera que en su obra confluyen los distintos países, los distintos idiomas, las distintas comunidades que han ayudado a realizarlo, hermanados por este símbolo, el libro.No resulta tampoco menos oportuno que en la era de las comunicaciones y la globalización se haga alusión a la historia por la que el hombre fue condenado a la incomunicación. El relato bíblico nos cuenta que debido a la ambición humana Dios castigó al hombre condenándolo a no comprenderse y por tal razón desde ese momento en que el hombre no puede comunicarse comienza a crecer la confusión y el caos.
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